¿Te llevas bien con tu gato? Eso lo podemos cambiar, espera y verás.
Vamos a comentar unos sencillos trucos para llevarte bien con tu gato.
Para llevarse bien con un gato hay que tener en cuenta su especial personalidad, su carácter independiente y el trato que debe recibir a consecuencia de ello.Los felinos son muy pero que muy especiales y no es fácil lograr una buena relación con los «lindos gatitos». Por ello, en este artículo te daremos algunos consejos para que puedas llevarte bien con tu gato y empezar a disfrutar de vuestra relación.
No importa si acabas de adoptar un «gatito», si lleva tiempo en tu vida, o si tu necesidad consiste en llevarte bien con el gato de la familia que visitas habitualmente. En cualquier caso, siempre es bueno conocer el carácter del animal y lo que le gusta para que vuestra relación sea maravillosa. Te dejamos unos trucos básicos que te harán entender y disfrutar de ese «lindo gatito» que hasta ahora se te ha resistido:
- Ofrécele juguetes:
Uno de los errores más frecuentes que cometemos con los gatos es intentar jugar con nuestras manos y pies. Los gatos consideran nuestros miembros un peligro y querrán morderlos, arañarlos, sujetarlos, etc.
Si quieres llevarte bien con ese gatito hay una técnica que no falla, ofrecerle juguetes. No es necesario hacer la inversión del siglo, puedes usar cualquier cosa que tengas cerca. Por ejemplo, una pelota hecha de papel de periódico, un trozo de cuerda, una pluma… Arrójalo de forma tal que deba ir a buscarlo, no podrá resistir la tentación, será como salir de caza sin salir de casa.
Con este sencillo juego tu gato se sentirá más confiado y cómodo contigo, y con algo de paciencia seréis amigos en poco tiempo, estamos seguros.
- Habla suave y bajito:
Es verdad que los gatos y los perros deben ser educados para la convivencia con humanos, aunque los felinos pueden ser más “intransigentes” en cuanto al tono y volumen de la comunicación. O dicho de forma sencilla, ni se te ocurra gritar a un gato con el que pretendes llevarte bien.
La mejor manera de empezar con un gato es usar el llamado refuerzo positivo: premiarle cada vez que hace las cosas correctamente. ¿Cómo? Con un sencillo mimo, una palabra amable, un juguete o una golosina para gatos.
- No le arrincones:
Los gatos son animales bastante independientes, no cometas el error de colocarle en una situación de estrés sin necesidad. Tu amigo gatuno probablemente entenderá la situación como una amenaza y es probable que opte por defenderse.
No es buena idea perseguirle por la casa, arrinconarle, obligarle a esconderse debajo de la cama o de la mesa… Este tipo de situaciones provocará que te tenga miedo y vuestra amistad tardará en llegar.
- Pide permiso para acercarte:
No olvides que estás con un gato, los perros son más permisivos, pero los gatos son más independientes y les gusta que se respete su espacio. Es importante que como primera medida no lo toques cuando está durmiendo. Tampoco se te ocurra agarrarle o tirarle de la cola y por nada del mundo le acaricies su “tripita” si no tienes su permiso.
Debes acercarte de forma delicada y tranquila, sin movimientos bruscos. Prueba poco a poco, primero puedes tocarle en la frente, si ves que no le molesta, tienes permiso para bajar a la barbilla, cuello y si la cosa ha ido muy bien te puedes aventurar con su espalda alta.
- No olvides que se trata de un gato adulto, no es un bebé:
No es buena idea cogerle por sorpresa y acunarle como si se tratase de un bebé. Te podemos asegurar que es muy probable que no le guste.
A los felinos no les gusta que les levanten del suelo, sin importar lo que están haciendo. Y si tienes la osadía de ponerlo boca arriba y le envuelves con los brazos se sentirá oprimido y es muy probable que reaccione con agresividad.
Puedes dejar que tu lindo gatito salte a tu falda cuando estás en el sofá, o en algún lugar relajado, y dejar que sea él el que decida la postura que quiere adoptar. Cuando el gatito se sienta cómodo contigo observarás que comienza a ronronear y te “amasará” con las patas delanteras. Esta es una clara señal de que confía en ti y se encuentra cómodo, ya te puedes considerar casi su amigo.
A estas alturas solo nos resta un pequeño «tip» para añadir valor a este artículo, si tienes niños cerca observa como se relacionan con tu gato y prepárate para aprender de la sencillez y espontaneidad con la que se relacionan y se respetan.
Para llevarte bien con un compañero felino es fundamental respetar su personalidad, su independencia y su tiempo. Con estas tres premisas claras podrás convertirte en su mejor amigo en el tiempo que a él le parezca el adecuado, no lo olvides. Si después de estos consejos la relación sigue sin funcionar, siempre puedes llamarnos y compartiremos contigo nuestra experiencia para que termines siendo su gran amigo. En Residencia Oasis llevamos años cuidando y disfrutando con perros y gatos, tenemos mucha experiencia y formación, si podemos ayudarte cuenta con nosotros.