• A primera hora realizamos la inspección ocular de todos los perros para el control de alimentación y excreciones. Al mismo tiempo realizamos la regulación progresiva de temperatura para igualarla con el exterior, evitando así cambios bruscos de temperatura.
  • A continuación procedemos al traslado de los perros a los patios de recreo, teniendo en cuenta las diferentes necesidades según raza, edad, climatología… por ejemplo, un bulldog inglés saldrá a los patios y volverá a la habitación de los primeros, por ser una raza delicada en el aspecto de las vías respiratorias y afectarle el calor en mayor medida que a otras razas. A la hora de salir a los patios de recreo es cuando se organiza a los perros según su sexo, tamaño, carácter, celo, etc. pudiendo hacer las salidas en grupo o individualmente.
  • En la época estival y durante las horas de calor todos los perros vuelven a sus habitaciones, de forma individual, para evitarles sufrir las altas temperaturas de la zona y proporcionarles mayor confort, para echar la siesta, tan nuestra. Una vez pasadas estas horas de calor vuelven a salir a los patios de recreo, tal y como lo hicieron por la mañana.
  • Al finalizar la jornada, y dependiendo de la época del año y climatología, los perros vuelven a sus habitaciones, de forma individual, para poder proporcionarles su alimentación y descansar durante la noche.

Tanto los horarios como el ritmo horario pueden ser alterados según necesidades del clima o por motivos alimentarios, enfermedades, tratamientos veterinarios, etc.

Durante los días de lluvia, obviamente, las salidas a los patios de recreo vendrán determinadas por las precipitaciones. Siempre tratando de tener a los perros al aire libre mayor cantidad de horas posibles.volver