Este horario tiene vigencia desde finales de Mayo o principios de Junio (cuando el calor no permite que los perros permanezcan en las zonas de recreo durante la hora de la siesta) hasta finales de Septiembre.
- de 07 a 08 horas: Inspección ocular de las habitaciones. Se hace con el fin de observar la cantidad de comida sobrante o si ha habido algún vomito o incontinencia durante la noche, haciéndolo constar todo en un informe diario.
- de 08 a 09 horas: Primera salida a zonas de recreo. La salida se efectúa después de la inspección ocular.
- de 09 a 12 horas: Primera estancia en zonas de recreo en grupo o individual. Los perros disfrutan de los patios de recreo durante unas 3 horas aprox., relacionándose entre ellos si es posible, y disfrutando de espacios naturales donde pueden correr y divertirse. Es en este tiempo cuando se realiza la revisión individual de cada mascota.
- de 12 a 18 horas: Entrada a las habitaciones y estancia para dormir la siesta.Cuando aprieta el calor, se trasladan al recinto cerrado donde se les encienden los aires acondicionados para que descansen durante la hora de la siesta a una temperatura de unos 25 grados centígrados.
- de 18 a 18,30 horas: Regulación de la temperatura del recinto. Procedemos a desconectar las máquinas de aire acondicionado y abrimos las puertas del recinto, con el fin de regular la temperatura del interior con la del exterior. Con ello evitamos los golpes de calor que se pudieran producir al salir a las zonas de recreo.
- de 18,30 a 19 horas: Segunda salida a zonas de recreo.La salida se efectúa después de la hora de la siesta, cuando afloja el calor. Previamente hemos procedido a refrescar la zona con agua.
- de 19 a 22 horas: Segunda estancia en zonas de recreo en grupo o individual. Los perros vuelven a los patios de recreo durante otras 3 horas aprox., ya que por el calor, el periodo de esparcimiento en estas zonas es menor que en la época invernal.
- de 22 a 07 horas: Entrada a las habitaciones y estancia para comer y dormir.Cuando oscurece, se trasladan al recinto cerrado para alimentarlos y que descansen durante la noche. Si es necesario, se enciende de nuevo la climatización.
Esta es la rutina diaria en el hotel de perros durante el verano, aunque estos horarios pueden sufrir modificaciones por causa del tiempo o de costumbres particulares de algún huésped que, por motivos de edad o enfermedad, requieran de varias tomas de alimentación o recibir medicación.