Resulta que hay muchos mitos sobre perros y gatos en nuestra cultura, y no todos son ciertos. Algunos son más ciertos que otros.
Mitos sobre los perros
Los perros se lamen porque están sucios, tienen pulgas o algún otro problema.
¡Es bastante cierto! Se lamen porque intentan limpiarse, ¡no quieren mancharse el pelo ni oler mal para sus dueños! Para saber si tu perro tiene pulgas, fíjate si tiene pequeñas manchas negras en la piel y el pelo; puedes quitarlas con un peine antipulgas (o cepillándolo muy bien).
Los perros solo ven en blanco y negro
Esto no es cierto. Aunque los perros no pueden percibir los colores con total claridad, se ha demostrado que pueden ver una gama de tonos más amplia que la definida por este mito, excepto los rojos y los verdes.
Mitos sobre los gatos
Los gatos siempre caen de pie
Falso. De hecho, los gatos tienen las mismas probabilidades de caer de cabeza que de pie.
También es igual de probable que aterricen sobre un pie que sobre dos (o sobre ninguno).
Los gatos escupen bolas de pelo con frecuencia
Uno de los mitos más comunes sobre los gatos es que escupen bolas de pelo. Esto no es cierto, y si sigue creyéndolo, está poniendo en peligro la salud de su gato. Los gatos suelen tener bolas de pelo, pero no las escupen. Se las tragan y las digieren. Si ves que tu gato escupe algo parecido a una bola de pelo, puede ser un indicio de que le pasa algo.
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