La desparasitación de los gatos es la mejor forma de prevenir posibles enfermedades en estos animales. Consiste en diferentes procedimientos que ayudan a disminuir el riesgo de infecciones hacia los felinos. Estos métodos forman parte además de los cuidados que necesitan.
¿Qué parásitos pueden tener los gatos?
Existen una gran cantidad de parásitos que pueden atacar a los gatos. Entre ellos se encuentran los ácaros, protozoos, pulgas, piojos, garrapatas y gusanos intestinales. Estos pueden situarse tanto en el área exterior del animal como en la zona interior de este, y afectan a los distintos órganos.
Formas por las que un gato puede tener parásitos
Si un felino llega a tener parásitos, se evidencia de diferentes formas. Puede, por ejemplo, presentar irregularidades en su sistema digestivo, como diarrea o inflamación. También quizás tenga estreñimiento, o una disminución en su peso. Sus heces tendrán una forma diferente de la habitual.
Además, puede mostrar signos de vómito o pérdida de apetito. Puede salirle sarna o cualquier lesión que afecte a distintas partes de su piel, así como también presentar rasgos de anemia, deshidratación o apatía. El comportamiento de la mascota es diferente, pues no tiene las mismas condiciones que uno sano.
Desparasitación gatos: ¿con qué frecuencia hay que hacerla?
Hay que revisar la condición y edad de estos mamíferos para la desparasitación. Por ejemplo, si ya están formados o son adultos, debes hacer este proceso dos o tres veces al año. Te recomendamos llevarlo al veterinario para que le pongan sus vacunas.
Cuando son gatos con pocos meses de vida, tienes que esperar. Es aconsejable aguardar por lo menos dos meses después de su nacimiento. Si presentan alguna condición anormal, es mejor hacerlo antes. Recuerda siempre mantener un control con pastillas, vacunas y collares.