¿Has encontrado un perro abandonado?

¿Cuántas veces has visto un perro abandonado y se te ha partido el corazón? Seguramente muchas, aunque no pasa nada por reconocer que, a pesar del dolor has mirado para otro lado. En el día a día ya tenemos demasiadas obligaciones y una mascota es una responsabilidad muy grande. Somos conscientes de que no todos podemos tener mascotas en casa por muchos y variados motivos, pero eso no significa que no podamos hacer algo por aliviar el sufrimiento de esa mascota abandonada. ¡Ellos se merecen algo mejor! Los datos estadísticos hablan solos y nos han llevado a escribir este artículo ofreciendo alternativas para ayudar a las mascotas abandonadas, sin que ello signifique necesariamente que le abras tu hogar. En 2018 se han abandonado más de 100.000 animales. Sí, has leído correctamente, es un disparate el dolor y sufrimiento que ha causado el abandono a esos seres inocentes.

El verano y las vacaciones produce un aumento en el abandono de mascotas. Este artículo sale ahora, precisamente en verano,  para dar una oportunidad a esas mascotas. ¡Nunca es tarde!

Las principales causas del abandono son:

  • Camadas indeseadas
  • Vacaciones
  • Separaciones y divorcios
  • El final de la temporada de caza
  • La pérdida de interés por el animal cuando crece
  • Problemas de comportamiento en la mascota
  • Problemas económicos de los dueños
  • inmadurez emocional de los dueños

Esta realidad ocurre todos los días, pero en vacaciones queremos aprovechar el tiempo extra y el aumento de abandonos para ofrecer alternativas viables. No te agobies, te contamos los pasos a seguir si te encuentras a un perro abandonado o perdido.

Lo primero: acercarse y tranquilizarlo.

Probablemente ese perro estará muerto de miedo, es casi seguro que le han asustado o maltratado, en la calle todo es posible. Lo más adecuado es que te acerques a él poco a poco y con paciencia. Las siguientes pautas te pueden ayudar en la primera toma de contacto.

  • Coge algo de comida o agua para poder ofrecérsela y que se acerque.
  • No le mires directamente a los ojos.
  • Ponte a su altura para no intimidarlo.
  • Cuando se acerque despacio extiende la mano con la comida y deja que te huela, poco a poco intenta acariciarlo.
  • Habla despacio y suave para tranquilizarlo.
  • Busca señales por si está herido.

¿Está identificado?

Puede ser que la mascota abandonada lleve una placa identificativa en el collar. Si tienes un poco de suerte, es posible que el teléfono esté actualizado y su dueño pueda recogerlo. Estos casos suelen ocurrir sobre todo con perros que se han escapado o perdido.

no tiene placa, no olvides comprobar si tiene microchip. Para eso tienes diferentes opciones:

  • Llamar al Ayuntamiento, que suele tener una delegación para animales extraviados, o directamente a la Policía Municipal Guardia Civil. Ellos tienen lector de microchip y te podrán ayudar.
  • Llevarlo a una clínica veterinaria, de forma gratuita te dirán la información de la mascota.
  • También puedes crear una alerta en alguna app o plataforma para animales perdidos, grupos de Facebook, y otras redes sociales.

Si no tiene microchip ni chapa identificativa

En este caso deberías llamar a las autoridades pertinentes. Posiblemente ofrezcan llamar al servicio de recogida de animales extraviados, y tu recién recogido amigo acabará en una perrera municipal o en una protectora de animales.

Hay que tener en cuenta que no son lo mismo. Aunque la protectora pueda ser mejor opción, muchas veces no pueden acoger al perrito por falta de plazas disponibles. Por eso hablaremos de otras opciones:

  • Buscar una casa de acogida mientras encuentras un nuevo hogar para la mascota.
  • Adoptarlo.
  • Hacerte cargo del perrito temporalmente mientras difundes que lo has encontrado, y comienzas la búsqueda de un nuevo dueño que pueda ofrecerle un hogar.

 

Si conoces o has vivido alguna historia con un perro abandonado, ¡compártela con nosotros dejando un comentario!

Voy a empezar yo. A lo largo de mi vida he recogido a varios animales abandonados. Me he quedado con la mayoría, aunque en alguna ocasión he conseguido encontrarles un hogar que los recibió con los brazos abiertos.

Hoy voy a hablar de Piper, mi último perro. Lo encontró una vecina abandonado, estuvo varios días dándole de comer y me avisó porque ella ya tenía recogidos a demasiados animales y no podía hacerse cargo de más. Se trataba de un Yorkshire precioso lleno de pulgas y huesos. Me acompañó durante quince maravillosos años en los que se escapó en innumerables ocasiones de casa. Siempre lo encontré gracias a que tenía el chip y a mi insistencia, la última vez que se escapó ya era muy mayor y estaba ciego. Mis padres salieron incluso en un programa de televisión local pidiendo ayuda para encontrarlo.

Piper siempre fue un escapista, se ponía histérico cuando yo tenía que salir de casa para trabajar, y siempre pensé que se escapaba para buscarme porque no quería estar solo. Tuve la suerte de acompañarle en esta vida hasta el final y terminó sus días en mi regazo, no tuvo que abandonar solo este mundo.