Por lo general, cuando un perro comienza con este problema, el propietario va aplicando unos y otros métodos para ver si son eficaces, lo que hace que el proceso se vaya alargando, cronificando y empeorando. El perro cada vez está más confundido (sobre todo debido a castigos inconsistentes y a métodos distintos) y el propietario cada vez más cansado y desesperado de ver y limpiar los pipís del suelo y de los distintos enseres y mobiliario de la casa.
Lo más importante es que merece la pena invertir los esfuerzos necesarios porque con paciencia, tiempo y constancia, este y otros problemas de conducta, mejoran.
Por ello, os vamos a ofrecer una lista de causas por las que un perro puede hacerse pipí en casa, para que os ayude a poder identificar el problema tempranamente de cara a evitar que el caso se cronifique y a facilitar el diagnóstico precoz.
¡Ojo! Este artículo, como cualquiera de los que escribimos, puede servir de fuente de información fiable, pero no para que cada uno en casa aplique métodos de tratamiento de distinta índole. Porque si no, estaréis dentro de las estadísticas que hemos comentado al principio.
- Problema médico. Como hacemos con todos los demás problemas, descartar en primer lugar una causa médica es lo más importante dentro del diagnóstico de un posible problema de comportamiento. Las enfermedades que más frecuentemente pueden causar poliuria (emisión de pipí en mayor cantidad) son las del tracto urinario, incluyendo la enfermedad renal, los problemas endocrinos, neurológicos y polidipsia (ingestión de mayor cantidad de agua) asociada a enfermedades.
- Incontinencia de perros viejos, estrógeno dependiente y síndrome de disfunción cognitiva. Se da respectivamente en en perros de edad avanzada, hembras esterilizadas o perros diagnosticados de SDC, mientras están despiertos o relajados. Aquí no tienen actuación las medidas de modificación de conducta. Se suelen usar medicamentos específicos adecuados a cada patología.
- Aprendizaje inadecuado. Se considera que un perro no ha aprendido correctamente la conducta de eliminación cuando tiene más de 6 meses y ocasionalmente sigue eliminando en casa, no ha pasado más de 1 mes seguido haciéndolo únicamente fuera, y esta conducta se desarrolla tanto con la presencia como en ausencia del propietario.
- Acceso insuficiente. Esto significa que el perro no sale las veces que necesita a la zona donde tiene que hacer pipí. Los perros que ya tienen un esquema adecuado de eliminación, pueden volver a hacerlo en zona indebidas por cambios en la rutina del propietario o por restricción de acceso a esas zonas. Esto es especialmente importante en perros viejos y en cachorros, ya que no tienen la misma necesidad de eliminaciones que un adulto. También se da el caso de perros demasiado tímidos o miedosos que no eliminarán hasta que no estén en un sitio seguro para ellos.
- Preferencia por un sustrato determinado. La preferencia por un sustrato concreto de eliminación se empieza a desarrollar sobre las 8-9 semanas de edad. Es el momento que hay que aprovechar para enseñarle al cachorro a discriminar entre los sustratos permitidos y los prohibidos, o un sustrato específico.
- Ansiedad por separación. Es uno de los síntomas que puede mostrar el perro en los trastornos relacionados con la separación del propietario. Para que sea considerado como ansiedad por separación se tienen que dar las siguientes circunstancias: la conducta de eliminación se produce cuando el dueño o alguno de los miembros de la familia no están presentes, no lo hace nunca si el dueño está en casa, se sabe que el animal tenía un aprendizaje adecuado sobre la eliminación y no hay ninguna causa médica.
- Sumisión. Se da más frecuentemente en cachorros, hembras jóvenes y perros castigados inconsistentemente. Se puede evitar ignorando esa conducta y premiando otras incompatibles con la misma.
- Marcaje. Es un comportamiento que se facilita socialmente y por las hormonas. Es más frecuente en machos enteros. La esterilización lo previene o lo disminuye en mayor o menor medida. Es menos común que marquen mediante la orina las hembras. Las hembras en celo, efectúan patrones de orina más a menudo y en menores cantidades. Puede ser una señal de dominancia, de agresividad o de ansiedad.
- Excitación. Es frecuente en perros jóvenes que todavía no tienen control sobre los esfínteres. Cuanto más excitación les provoquemos, será peor. La orina no se evacúa con una postura concreta, sino mientras el perro anda o salta.
- Búsqueda de atención. Son los perros que intentan llamar la atención de su dueño eliminando en el interior de la casa, bien para que sean aceptados, para que sean sacados al exterior, o simplemente para ser regañados.
- Miedo. Se produce por una contracción de los músculos de la vejiga debido al miedo extremo. Para diferenciarla de la micción por sumisión, esta micción debe ir acompañada por otros signos de miedo, como taquicardia…
Come habéis visto, es una larga lista de posibles causas y muchas de ellas se pueden solucionar con una visita a vuestro veterinario de confianza. En caso de pautas de conducta mal implantadas o estrés por separación será conveniente buscar un veterinario especialista en etología clínica que deberá trabajar en conjunto con un adiestrador experto y especializado.
Como consejo, el mejor que os podemos dar es que no castiguéis a vuestro perro por hacerse pipí en casa. Lo único que conseguirás es que te coja miedo, se esconda y que no sepa cómo reaccionar. El castigo tampoco es beneficioso para quien lo aplica, dado que no se consigue una mejoría del problema y empeora el vínculo con el animal.
Y ya sabes, analiza el problema que tienes, piénsalo y acude a un especialista. Tu perro es tu familia y lo agradeceréis los dos. Para cualquier consulta recuerda que en Residencia Oasis ofrecemos los servicios de adiestramiento canino, si estás interesado solo tienes que llamar y preguntar.